Sea como sea: doblado o partido, enano o gigante, fuerte o frágil, y aunque roto en algún punto; seguro que es "a beautiful tree"...
viernes, 10 de diciembre de 2010
Y tu ARBOL...¿cómo es?
martes, 23 de noviembre de 2010
El Centro Coronario
El séptimo chakra es el llamado Centro Coronario (Sasharara) y se le simboliza como un loto de mil pétalos. Se encuentra situado en el punto más alto de la cabeza (en la coronilla) y se abre hacia arriba, hacia el cielo. Su color es el violeta y se visualiza con una llamita dorada, de unos cinco centímetros, en su centro.
Se trata de la "antena" que nos conecta con el Universo, con lo Superior, con aquel lugar del que todos procedemos, de forma que a través de este centro nos conectamos con el Espíritu o Dios (como cada uno prefiera llamarlo). Cuando logramos sentir esta conexión nos damos cuenta de que en realidad todos estamos ligados, todos somos Uno, y que allá de donde venimos no existe la dualidad.
A través del centro coronario nos llegan y penetran las energías superiores, que pasan por nuestro centro frontal donde son decodificadas, para luego ser interpretadas y expresadas a través de nuestro centro laríngeo. Así, cuanto más equilibrados y en buen funcionamiento vibratorio se encuentren estos tres chakras, más capacidad tendremos para conectar con nuestro Ser Interior y con lo Superior.
Este chakra se desarrolla principalmente a través de la meditación.
En una clase centrada en el centro coronario movilizamos principalmente las energías de los centros bajo (lo material es importante en nuestra existencia pues vivimos en el mundo de la materia) y cardíaco (importantísimo también pues vivimos en un mundo donde las relaciones ocupan un lugar preponderante). Trabajando para que la circulación de energias a lo largo de toda la columna vertebral fluya, logramos “limpiar” el canal energético central (llamado Sushumma) para que las energías del cielo puedan bajar a la tierra y viceversa. Como casi siempre, aunque quizá esta vez con mayor intensidad y apertura, acabamos la clase con una meditación.
lunes, 15 de noviembre de 2010
El Centro Frontal
Hoy escribiremos un poquito sobre el centro frontal. Se trata del chakra que está situado en la zona del entrecejo y abarca el cráneo, los ojos, y la silla turca del esfenoides donde se aloja la glándula hipófisis.
Su color es el índigo.
Es el centro integrador de la personalidad y se relaciona con la conciencia, la contemplación, la intuición, la síntesis, la percepción, la videncia. Es el asiento de la Mente Superior, el rector de las energías de todos los centros.
Entramos ya en los chakras más espirituales que abarcan conceptos más abstractos, por lo que la mejor manera de familiarizarnos con sus energías es bailándolos....
Una clase centrada en este centro es un recodido por todos los otros chakras, en el que el Observador Interno es el principal protagonista de la clase: no hay nada que hacer bien, nada que hacer mal, simplemente colocarte en "quien observa" lo que haces.
domingo, 14 de noviembre de 2010
Videos con Mensaje: Be Happy :D
jueves, 11 de noviembre de 2010
El Centro Laríngeo
El Centro Laríngeo (Vishudha) es el representante del intelecto y su color es el azul claro.
Abarca la zona del cuello y la cara, desde las clavículas y los omóplatos hasta las cejas y el occipital. Comprende las cervicales, la laringe, la faringe, la boca (lengua), ojos, nariz, la glándula tiroides y también la punta de los dedos. Así todos los sentidos pertenecen a este centro, es decir todas las puertas de entrada de los contenidos del intelecto.
Con el intelecto aprendemos, memorizamos, repetimos experiencias y analizamos. Estas funciones se realizan siguiendo las leyes de la lógica formal, de la razón. En nuestra sociedad la razón ha tenido un papel predominante, adquiriendo una dimensión que a veces ha “vencido” a la intuición o la creatividad. El aprendizaje ha tenido mucho de razonamiento, memorización y también buenas dosis de control e incluso de represión, lo que conlleva una retención de la circulación de la energía y de inhibición de los impulsos naturales con el fin de aprender conductas que convienen a la sociedad.
El cuello es el punto de unión entre la cabeza y el tronco, entre el cielo y la tierra, entre el espíritu y la materia. Es un lugar de paso y conexión o, si está bloqueado, de separación y represión. Si tenemos un laringeo muy desarrollado, la razón priva a la emoción y al sentimiento, de forma que la razón las controla. Un exceso de control nos lleva a un cuello rígido, con dolor cervical. Si no expresamos verbalmente nuestras emociones y sentimientos a menudo se nos queda un nudo en la garganta o nos quedamos afónicos.
En las clases buscamos aflojar ese exceso de control pero no moviendo el cuello directamente (pues a menudo resulta molesto o doloroso) sino a través del movimiento y relajación de las diferentes articulaciones del cuerpo, que son igualmente lugares de paso donde tiende a estancarse la energía. Abriendo las diferentes llaves de paso vamos permitiendo la libre circulación de la energía y el cuerpo entero se va abriendo, dejando las tensiones, soltando los pensamientos y finalmente relajándose.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Videos con Mensaje: Wear Sunscreen
"No desperdicies tu Juventud"
El vídeo se basa en una columna escrita por Mary Schmich en el Chicago Tribune en 1997 titulada "Advice, like youth, probably just wasted on the young"...que lindo mensaje para reflexionar...
domingo, 31 de octubre de 2010
El Chakra del Corazón o Centro Cardíaco
Hoy hablaremos del centro de los afectos: el chackra del corazón. Su nombre en sánscrito es Anahatha, que significa "sin abatir, fresco, puro, sin aflicción". Se encuentra situado en la zona del corazón y su color es el verde y/o el rosa.
Físicamente, se corresponde con el corazón y los pulmones, las manos y los brazos; la columna dorsal alta (omóplatos, clavículas, esternón, costillas) y la glándula timo.
Si los tres primeros centros (bajo, lumbo-sacro y medio) estaban relacionados con el “yo”, a partir del cuarto chackra empezamos a desarrollar la conciencia y el sentido del “nosotros”. Así, en el centro del corazón se encuentran las energías “que bajan de arriba” y las que “suben de abajo”, con lo que este charkra se convierte ciertamente un punto medio, clave para que las energías más mundanas alcancen un carácter altruista y para que las energías más espirituales se materialicen en la tierra.
Desde el punto de vista emocional/mental, el centro cardíaco es el centro del amor, los anhelos y las esperanzas. Se relaciona así con la vida afectiva, es decir, con lo que sentimos por las personas que nos rodean. Este chakra rige, por lo tanto, nuestra vida relacional, la conexión con los demás a través del dar y recibir.
En una clase en la que trabajamos este centro, fijamos nuestra atención principalmente en el movimiento de la parte alta de la espalda (el torax), y el uso de los brazos y de las palmas de las manos, con una atención especialmente focalizada en la respiración.
domingo, 24 de octubre de 2010
Educa-TE
La capacidad para ser padre o, más en general, ser educador, no es algo con lo que se nace, sino algo que se aprende. Y se aprende con paciencia, firmeza y persistencia, educándonos primero de todo a nosotros mismos y, sobre todo, aprendiendo a “ver” y a escuchar al otro por encima de todo lo demás ... Enseñar con compresión y tolerancia, fluyendo con el momento y el ritmo de quien tenemos delante, aceptándole tal como es, con sus necesidades y sus motivaciones, y respetándole hasta el punto de no intentar imponer nuestra forma de pensar, es una odisea bastante extraordinaria... Estamos en un mundo donde se nos enseña a competir por ser el mejor, y casi todos nosotros, más o menos conscientemente, intentamos imponer nuestra razón a los demás. Es como si a través de su aceptación, nos validamos: "yo soy si tú me reconoces". ¿Será que no nos amamos lo suficiente? La inseguridad llevada al extremo de la imposición. Así no vamos bien. Esto no es educación, es miedo.
Sólo podemos enseñar lo que sabemos y es imposible transmitir lo que no hemos entendido (no solo con la cabeza, sino con todo nuestro ser). “Mirarse el ombligo y reconocer las propias faltas” no es fácil, pero es la única manera de convertirnos en educadores de verdad. Transmitimos a nuestros hijos y a los demás lo que somos, así que ¿porque no empezar a trabajar para que surja la mejor versión de nosotros mismos? Tener razón e imponernos no nos hará más poderosos. Nos hará más dictadores. Y el verdadero poder radica en la humildad, en el silencio y en la escucha, no en la sumisión de los demás.
Así que aprendamos a amarnos, solo así seremos capaces de amar y respetar a los demás. Ayudemos a que quienes queremos se conviertan en personas, no en robots. Ahí os dejo una charla de Ken Robinson sobre la creatividad en las escuelas, extraordinaria...Qué paséis un buen domingo.
sábado, 23 de octubre de 2010
El Centro Medio
Hoy hablaremos del tercero de nuestros chakras, el Centro Medio. Se encuentra situado entre el ombligo y la boca del estomago (la zona conocida como Plexo Solar) y su color es el amarillo. Su nombre en sánscrito es Manipura, que significa "ciudad de joyas". Se le representa como un loto de diez pétalos (parece un sol).
Se trata del centro donde localizamos nuestro poder personal, nuestra voluntad, el sentido del control y la fuerza que nos impulsa a actuar.
A este centro le corresponden, desde el punto de vista físico, los órganos del sistema digestivo y los que se encargan de limpiar nuestro organismo: hígado, páncreas, vesícula.
El centro medio es el representante de nuestras emociones: todo lo que hay a nuestro alrededor supone un estímulo que nos lleva a sentir una emoción, de forma que nuestra consciencia percibe a través de dichas emociones todo lo que pasa en nuestro mundo. Pero la vida emocional tiene una particularidad: el hecho de que es polar: al interpretar nuestra realidad solemos basarnos en un criterio subjetivo de me gusta/no me gusta, me safisface/no me satisface, guapo/feo, bueno/malo... De esta manera, cada emoción produce en nosotros una movilización de energía que altera el equilibrio de nuestro cuerpo y éste tratará de reestablecerlo "descargando” dicha energía mediante la expresión de la emoción: llorando, riendo, gritando ...
Pero, ¿qué sucede con esa energía cuando no expresamos los que sentimos? ... Controlar las emociones ante ciertas circunstancias está bien. Lo que no es aconsejable es reprimirlas. De esta forma, cada vez que decidimos no expresar una emoción, si más tarde podemos darle la vuelta a la situación y descargarla de algún modo (bailando, corriendo, nadando, ...) esa energía no quedará en el cuerpo. Sin embargo, si no encontramos una forma de dar salida a esa energía, si no la liberamos, pasará a ser el orígen de nuestros males físicos y/o psíquicos.
En una clase en la que trabajamos el centro medio, fijamos nuestra atención en el movimiento de la parte alta del abdomen, entre el esternón y el ombligo, una zona blanda muy sensible a las emociones ...
jueves, 14 de octubre de 2010
Programas Con Conciencia: Bricolatge Emocional
"La Felicidad es encontrar tu lugar en el Mundo"
"Valiente es que aquel que, aún muerto de miedo, se sube al caballo"
Para quien no pudo verlo el sábado pasado por la noche en TV3, aquí tenéis el capítulo "La Felicitat" del programa Bricolatge Emocional.
El resto de capítulos los podéis ver también en la web del programa, haciendo click aquí. La verdad es que ninguno tiene desperdicio...
lunes, 11 de octubre de 2010
El Centro Lumbo Sacro
El segundo chakra, Swadhistana (en sánscrito) o centro lumbo sacro nace en la columna lumbar y se abre por encima del pubis. El naranja es su color característico.
Si el centro bajo es el representante del cuerpo orgánico, el centro lumbo sacro es el del cuerpo energético. Es el centro distribuidor de la energía y el encargado de su circulación. Está relacionado con los instintos, que son las funciones que mantienen la vida y la salud. Uno de los instintos principales es el sexual pero el centro lumbo sacro representa igualmente el empuje, la pasión y la alegría. Es pues, el centro del movimiento. Al promover la correcta distribución de la energía, el lumbo sacro nos hace sentir bien, nos da alegría, sensualidad, deseos de vivir y de conectar con el mundo que nos rodea.
Comprende la región lumbar de la columna vertebral, la parte inferior del abdomen desde el ombligo hacia abajo, abarcando así los órganos sexuales, las caderas, la pelvis, los cuádriceps, abductores, la parte anterior de las piernas y de los pies. Cuando la energía se estanca en alguna de estas zonas pueden aparecer las lumbalgias, hernias de disco, ciática, problemas en los meniscos internos o pies planos. Igualmente, desde el punto de vista emocional, un estancamiento energético nos lleva a dificultades en la sensualidad, en la capacidad de disfrutar de las cosas de la vida, de manera que solo podemos contactar con los aspectos negativos de la vida. Así pues un “buen” centro lumbo sacro nos permitirá estar en contacto con la felicidad y la alegría de vivir.
¿Como nos movemos en la clase este centro? Pues moviendo las caderas. Si queremos un buen ejemplo de típico movimiento de este centro no hay más que mirar a los brasileños mover sus caderas y observar la cara de felicidad que muestran. Los movimientos pueden ser rápidos o lentos apoyándose en músicas cadenciosas.
domingo, 3 de octubre de 2010
El Centro Bajo
Durante unas cuantas semanas vamos a ir escribiendo un poquito sobre cada uno de los siete chakras: donde están localizados, que órganos del cuerpo les corresponden, cuales son sus principales manifestaciones emocionales y/o mentales; y como movemos la energía de cada centro en las clases.
Hoy hablaremos del primer chakra, el centro base o Muladhara (en sánscrito), que significa literalmente raíz. Se encuentra localizado en la base de la columna vertebral, entre el ano y los genitales, y se le asigna el color rojo fuerte. Se simboliza como una flor de cuatro pétalos que se abre hacía abajo, desde la altura del perineo hacia la tierra.
A este centro le corresponden, desde el punto de vista orgánico, la base de la columna, las piernas, los pies, las nalgas, y el sistema inmunitario. Esto significa que cualquier bloqueo o funcionamiento disarmónico de este chakra puede dar lugar a una dolencia física en cualquiera de dichos órganos (por ejemplo, ciática, varices, dolor en la parte baja de la espalda o un resfriado). De la misma forma, trabajando a través del movimiento la energía de este chakra, cualquier dolencia física que se tenga en dichos órganos mejorará.
Desde el punto de vista emocional/mental, su tema principal es la supervivencia: el deseo de vivir y la seguridad de que vamos a ser capaces de proveernos de todo aquello que necesitamos para subsistir, nuestro soporte y la parte más primitiva de nosotros mismos. La energía de este chakra también está relacionada con lo tribal, esto es, con la sensación de pertenencia a la familia y a la comunidad, las creencias que heredamos de ellos, y cual es el significado interno que le damos a cualidades como la lealtad, el honor y la justicia. Al igual que ocurría con lo físico, trabajando a través del movimiento la energía de este centro potenciamos la alegría de vivir, la seguridad en nosotros mismos y la maravillosa sensación de pertenecer y estar unidos al grupo. Un centro base acorazado nos hará débiles, autoritarios, posesivos y egoistas; con miedo al daño físico y a la muerte, y temerosos del rechazo y el abandono. Por el contrario, si mantenemos este centro en armonía mostraremos seguridad, autoafirmación y capacidad de poner limites sin agresividad.
Hoy hablaremos del primer chakra, el centro base o Muladhara (en sánscrito), que significa literalmente raíz. Se encuentra localizado en la base de la columna vertebral, entre el ano y los genitales, y se le asigna el color rojo fuerte. Se simboliza como una flor de cuatro pétalos que se abre hacía abajo, desde la altura del perineo hacia la tierra.
A este centro le corresponden, desde el punto de vista orgánico, la base de la columna, las piernas, los pies, las nalgas, y el sistema inmunitario. Esto significa que cualquier bloqueo o funcionamiento disarmónico de este chakra puede dar lugar a una dolencia física en cualquiera de dichos órganos (por ejemplo, ciática, varices, dolor en la parte baja de la espalda o un resfriado). De la misma forma, trabajando a través del movimiento la energía de este chakra, cualquier dolencia física que se tenga en dichos órganos mejorará.
Desde el punto de vista emocional/mental, su tema principal es la supervivencia: el deseo de vivir y la seguridad de que vamos a ser capaces de proveernos de todo aquello que necesitamos para subsistir, nuestro soporte y la parte más primitiva de nosotros mismos. La energía de este chakra también está relacionada con lo tribal, esto es, con la sensación de pertenencia a la familia y a la comunidad, las creencias que heredamos de ellos, y cual es el significado interno que le damos a cualidades como la lealtad, el honor y la justicia. Al igual que ocurría con lo físico, trabajando a través del movimiento la energía de este centro potenciamos la alegría de vivir, la seguridad en nosotros mismos y la maravillosa sensación de pertenecer y estar unidos al grupo. Un centro base acorazado nos hará débiles, autoritarios, posesivos y egoistas; con miedo al daño físico y a la muerte, y temerosos del rechazo y el abandono. Por el contrario, si mantenemos este centro en armonía mostraremos seguridad, autoafirmación y capacidad de poner limites sin agresividad.
En una clase en la que trabajamos el centro base intentamos generar la energía desde las plantas de los pies, danzando al estilo tribal con el objetivo de fortalecer las piernas, y a su vez buscando movimientos que impliquen al tronco y los brazos, fomentando el contacto con el grupo a fin de expresar los aspectos que encierra la energía de este centro. A ratitos podemos parecer una tribu que danza alrededor del fuego...
Si os apetece indagar un poco más sobre los chakras, podéis echar un ojo al libro Anatomía del Espiritu de Carolyn Myss: es fácil de leer y sumamente interesante...
Si os apetece indagar un poco más sobre los chakras, podéis echar un ojo al libro Anatomía del Espiritu de Carolyn Myss: es fácil de leer y sumamente interesante...
domingo, 19 de septiembre de 2010
Y Tú, ¿Qué Realidad Te Estás Creando?
Hace unos cuantos siglos un maestro espiritual de la antigua India fundó una religión llamada Budismo. Merece la pena indagar un poco sobre su vida y sus preceptos, pero este post no va de eso, ni de religiones, sino de una poderosa perla de sabiduría que se le atribuye a Sidarta Gautama, el Buda. Se cuenta que un día le dijo a uno de sus discípulos, que andaba preocupado porque las cosas no le salían bien, centrando sus pensamientos y su atención en su mala suerte...:
El mensaje estaba claro: SOMOS LO QUE PENSAMOS y EXPERIMENTAMOS LO QUE CREEMOS.
Depende de las experiencias que estemos viviendo en este momento, esta es una afirmación (si más no) difícil de aceptar: cuando las cosas no nos van como queremos, nos cuesta admitir que una gran parte de la responsabilidad sea nuestra...
La mayor parte de los que rondamos los 40 (y probablemente, también los más mayores e incluso algunos de los más jóvenes) no recibimos una educación en la que se nos enseñara a (bien)pensar. Más bien lo contrario: nuestras infancias coincidieron con un momento social rígido y convencional, en general dominado por el miedo y la manipulación, y en el que no se tenía en cuenta la gestión de las emociones y ni muchísimo menos el potencial mental que el común de los mortales podíamos llegar a manifestar...
Así, desde pequeñitos se nos enseñó qué y cómo teníamos que sentir, lo que era correcto y lo que no era correcto pensar, las formas adecuadas de actuar; lo que se podía o no decir, lo que estaba bien o mal expresar... La individualidad de cada uno no se tenía en cuenta y, si en algún caso se hacía evidente, se corregía a base de castigos o de falta de aceptación social.
No resulta sorprende entonces que asumiésemos los condicionamientos y las limitaciones de quienes nos educaron, porque por entonces no teníamos todavía desarrollada nuestra capacidad de discernimiento, y pocos de nosotros teníamos una esencia tan poderosa como para enfrentarnos a nuestros padres, a nuestros maestros o a nuestra sociedad.
Así que resultó que la mayoría de ideas que nos transmitieron acabaron por convertirse en nuestras creencias y pasaron a regir nuestra realidad: lo que nos dijeron que eramos o que no eramos (listos-tontos, valientes-cobardes, simpáticos-antipáticos, hermosos-feos, válidos-inapropiados, generosos-tacaños, divertidos-sosos) y lo que nos dijeron que podíamos o no podíamos lograr pasó a convertirse en una verdad inamovible e indiscutible para nuestra personalidad.
Pues bien, esa verdad no es verdad. Y si partimos de esta creencia, todo cambia. Cualquier cosa negativa que nos hicieron creer no es cierta. Lo único que de verdad somos es un potencial de amor, de inteligencia, de sabiduría. Y el amor, la inteligencia y la sabiduría no pueden ser tontos, cobardes, antipáticos, feos, inapropiados, tacaños, sosos... Sería una contradictio in terminis...
Y ¿sabéis? Tenemos mucha suerte porque en este nuevo momento que estamos viviendo ahora, nuestra sociedad es ya más flexible y alternativa, ya hay muchos que no se dejan regir por el miedo, y casi todos empezamos a darnos cuenta de que más allá de la generalidad existen las diferencias, y de que más allá de las diferencias, todos somos Uno...
Resulta que después de todo ¡somos unas generaciones afortunadas!: dos momentos sociales diferentes, dos experiencias vitales distintas; ¡es lo bueno que tiene vivir una transición!
Y en fin, que como nuestro poder, el de todos, reside en el Ahora (no en el ayer, ni en el mañana) podemos ahora mismo ponernos manos a la obra y empezar a revertir el proceso: dejar de creer en lo que nos limita, lo que nos contrae, lo que nos hace pequeños; y empezar a creer en lo que nos expande, nos amplia, y nos hace grandes... Y es que recordemos que al fin y al cabo las creencias son únicamente ideas, ¡y las ideas se pueden cambiar!
Así que ¿quieres saber si las creencias que tienes te sirven, si te ayudan en tu camino de crecimiento? Pues simplemente observa lo que sientes: cuando te sientes mal hay siempre un mal-pensamiento detrás ("que miedo", "yo no puedo", "esto es demasiado", "no voy a llegar", "yo no valgo", "no me saldrá bien"); y cuando te sientes bien, siempre siempre siempre el pensamiento que estás teniendo es amoroso ("esto es hermoso", "que bien me ha salido", "como disfruto", "pues vaya, que guapo soy", "valgo un montón", "lo logré"!) Y bueno, pensar bien y pensar mal ¡cuesta lo mismo! El desgaste de energía es exactamente idéntico. Lo que es complemente diferente es el resultado...
Y a ti, ¿qué te hace feliz? ¿qué pensamientos te llenan de alegría? ... Centra tu atención en ellos, cuanto más a menudo ¡mejor!, y deja a la Vida fluir, confía en ella y ten paciencia...verás como tu realidad cambia.
"Siembra un pensamiento y cosecharás una acción;
siembra una acción y cosecharás un hábito;
siembra un hábito y cosecharás un carácter;
siembra un carácter y cosecharás un destino."
siembra una acción y cosecharás un hábito;
siembra un hábito y cosecharás un carácter;
siembra un carácter y cosecharás un destino."
El mensaje estaba claro: SOMOS LO QUE PENSAMOS y EXPERIMENTAMOS LO QUE CREEMOS.
Depende de las experiencias que estemos viviendo en este momento, esta es una afirmación (si más no) difícil de aceptar: cuando las cosas no nos van como queremos, nos cuesta admitir que una gran parte de la responsabilidad sea nuestra...
La mayor parte de los que rondamos los 40 (y probablemente, también los más mayores e incluso algunos de los más jóvenes) no recibimos una educación en la que se nos enseñara a (bien)pensar. Más bien lo contrario: nuestras infancias coincidieron con un momento social rígido y convencional, en general dominado por el miedo y la manipulación, y en el que no se tenía en cuenta la gestión de las emociones y ni muchísimo menos el potencial mental que el común de los mortales podíamos llegar a manifestar...
Así, desde pequeñitos se nos enseñó qué y cómo teníamos que sentir, lo que era correcto y lo que no era correcto pensar, las formas adecuadas de actuar; lo que se podía o no decir, lo que estaba bien o mal expresar... La individualidad de cada uno no se tenía en cuenta y, si en algún caso se hacía evidente, se corregía a base de castigos o de falta de aceptación social.
No resulta sorprende entonces que asumiésemos los condicionamientos y las limitaciones de quienes nos educaron, porque por entonces no teníamos todavía desarrollada nuestra capacidad de discernimiento, y pocos de nosotros teníamos una esencia tan poderosa como para enfrentarnos a nuestros padres, a nuestros maestros o a nuestra sociedad.
Así que resultó que la mayoría de ideas que nos transmitieron acabaron por convertirse en nuestras creencias y pasaron a regir nuestra realidad: lo que nos dijeron que eramos o que no eramos (listos-tontos, valientes-cobardes, simpáticos-antipáticos, hermosos-feos, válidos-inapropiados, generosos-tacaños, divertidos-sosos) y lo que nos dijeron que podíamos o no podíamos lograr pasó a convertirse en una verdad inamovible e indiscutible para nuestra personalidad.
Pues bien, esa verdad no es verdad. Y si partimos de esta creencia, todo cambia. Cualquier cosa negativa que nos hicieron creer no es cierta. Lo único que de verdad somos es un potencial de amor, de inteligencia, de sabiduría. Y el amor, la inteligencia y la sabiduría no pueden ser tontos, cobardes, antipáticos, feos, inapropiados, tacaños, sosos... Sería una contradictio in terminis...
Y ¿sabéis? Tenemos mucha suerte porque en este nuevo momento que estamos viviendo ahora, nuestra sociedad es ya más flexible y alternativa, ya hay muchos que no se dejan regir por el miedo, y casi todos empezamos a darnos cuenta de que más allá de la generalidad existen las diferencias, y de que más allá de las diferencias, todos somos Uno...
Resulta que después de todo ¡somos unas generaciones afortunadas!: dos momentos sociales diferentes, dos experiencias vitales distintas; ¡es lo bueno que tiene vivir una transición!
Y en fin, que como nuestro poder, el de todos, reside en el Ahora (no en el ayer, ni en el mañana) podemos ahora mismo ponernos manos a la obra y empezar a revertir el proceso: dejar de creer en lo que nos limita, lo que nos contrae, lo que nos hace pequeños; y empezar a creer en lo que nos expande, nos amplia, y nos hace grandes... Y es que recordemos que al fin y al cabo las creencias son únicamente ideas, ¡y las ideas se pueden cambiar!
Así que ¿quieres saber si las creencias que tienes te sirven, si te ayudan en tu camino de crecimiento? Pues simplemente observa lo que sientes: cuando te sientes mal hay siempre un mal-pensamiento detrás ("que miedo", "yo no puedo", "esto es demasiado", "no voy a llegar", "yo no valgo", "no me saldrá bien"); y cuando te sientes bien, siempre siempre siempre el pensamiento que estás teniendo es amoroso ("esto es hermoso", "que bien me ha salido", "como disfruto", "pues vaya, que guapo soy", "valgo un montón", "lo logré"!) Y bueno, pensar bien y pensar mal ¡cuesta lo mismo! El desgaste de energía es exactamente idéntico. Lo que es complemente diferente es el resultado...
Y a ti, ¿qué te hace feliz? ¿qué pensamientos te llenan de alegría? ... Centra tu atención en ellos, cuanto más a menudo ¡mejor!, y deja a la Vida fluir, confía en ella y ten paciencia...verás como tu realidad cambia.
domingo, 12 de septiembre de 2010
¿Qué son los Chakras?
Siéntate en tu silla, pon la espalda recta, relájate, observa con atención y escucha …
El vídeo es cortesía María Luisa-“Sangha Yoga Castelldefels.
El vídeo es cortesía María Luisa-“Sangha Yoga Castelldefels.
¿En qué consiste una clase?
Seguro que hay quien nunca ha oído hablar de las clases de movimiento expresivo... Es verdad que sólo su nombre ya dice bastante: “te mueves” y “expresas”. Y es que la estructura de una clase parece bien sencilla: ejercicios de calentamiento al llegar para preparar tu cuerpo, movimiento-baile-música-imitación durante el desarrollo de la clase, y una relajación y/o meditación para cerrar. Dos horas en las que te parece que simplemente has bailado y te lo has pasado genial! Pero la realidad es que detrás de todo eso hay mucho más …
El Sistema de Centros de Energía, en el que se basan nuestras clases de movimiento, fue creado en Argentina allá por los años '60 por el Dr. Hugo Ardiles y tiene su origen más remoto en la “gimnasia sin nombre” (GREYPG-Gimnasia Rítmica Expresiva Yoga y Plástica Griega) de Susana Milderman. Se trata de una terapia corporal basada en el Yoga que busca la integración del cuerpo-emociones-mente, vamos, que su finalidad es ayudarnos a sentirnos bien, querernos y aceptarnos, y vivir una Vida feliz, cualesquiera que sean las experiencias que nos lleguen desde fuera …
Hoy en día a casi nadie le suena extraño oír hablar de los centros de energía (o chakras) que existen en nuestro cuerpo. Son 7 y se encuentran localizados a lo largo de nuestra columna vertebral. Se trata de vórtices de energía que nos conectan con nuestro cuerpo más sutil. Cada centro tiene una función y se relaciona con un conjunto de órganos de nuestro cuerpo. Así, la base de nuestro sistema es que, trabajando a través del movimiento corporal dichos centros, logramos su apertura y su equilibrio y como consecuencia de su buen funcionamiento, nuestro cuerpo (y nuestra mente y nuestras emociones) “respiran” armonía. ¿Y que es si no la felicidad que armonía, tranquilidad, calma, paz? ...
El Sistema de Centros de Energía, en el que se basan nuestras clases de movimiento, fue creado en Argentina allá por los años '60 por el Dr. Hugo Ardiles y tiene su origen más remoto en la “gimnasia sin nombre” (GREYPG-Gimnasia Rítmica Expresiva Yoga y Plástica Griega) de Susana Milderman. Se trata de una terapia corporal basada en el Yoga que busca la integración del cuerpo-emociones-mente, vamos, que su finalidad es ayudarnos a sentirnos bien, querernos y aceptarnos, y vivir una Vida feliz, cualesquiera que sean las experiencias que nos lleguen desde fuera …
Hoy en día a casi nadie le suena extraño oír hablar de los centros de energía (o chakras) que existen en nuestro cuerpo. Son 7 y se encuentran localizados a lo largo de nuestra columna vertebral. Se trata de vórtices de energía que nos conectan con nuestro cuerpo más sutil. Cada centro tiene una función y se relaciona con un conjunto de órganos de nuestro cuerpo. Así, la base de nuestro sistema es que, trabajando a través del movimiento corporal dichos centros, logramos su apertura y su equilibrio y como consecuencia de su buen funcionamiento, nuestro cuerpo (y nuestra mente y nuestras emociones) “respiran” armonía. ¿Y que es si no la felicidad que armonía, tranquilidad, calma, paz? ...
Y bueno, si te interesa saber más sobre el sistema, haz click aquí o contacta con nosotras.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Clases Gratuitas a Partir de Septiembre
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