martes, 23 de noviembre de 2010

El Centro Coronario

El séptimo chakra es el llamado Centro Coronario (Sasharara) y se le simboliza como un loto de mil pétalos. Se encuentra situado en el punto más alto de la cabeza (en la coronilla) y se abre hacia arriba, hacia el cielo. Su color es el violeta y se visualiza con una llamita dorada, de unos cinco centímetros, en su centro.

Se trata de la "antena" que nos conecta con el Universo, con lo Superior, con aquel lugar del que todos procedemos, de forma que a través de este centro nos conectamos con el Espíritu o Dios (como cada uno prefiera llamarlo). Cuando logramos sentir esta conexión nos damos cuenta de que en realidad todos estamos ligados, todos somos Uno, y que allá de donde venimos no existe la dualidad.

A través del centro coronario nos llegan y penetran las energías superiores, que pasan por nuestro centro frontal donde son decodificadas, para luego ser interpretadas y expresadas a través de nuestro centro laríngeo. Así, cuanto más equilibrados y en buen funcionamiento vibratorio se encuentren estos tres chakras, más capacidad tendremos para conectar con nuestro Ser Interior y con lo Superior.

Este chakra se desarrolla principalmente a través de la meditación.

En una clase centrada en el centro coronario movilizamos principalmente las energías de los centros bajo (lo material es importante en nuestra existencia pues vivimos en el mundo de la materia) y cardíaco (importantísimo también pues vivimos en un mundo donde las relaciones ocupan un lugar preponderante). Trabajando para que la circulación de energias a lo largo de toda la columna vertebral fluya, logramos “limpiar” el canal energético central (llamado Sushumma) para que las energías del cielo puedan bajar a la tierra y viceversa. Como casi siempre, aunque quizá esta vez con mayor intensidad y apertura, acabamos la clase con una meditación.

lunes, 15 de noviembre de 2010

El Centro Frontal

Hoy escribiremos un poquito sobre el centro frontal. Se trata del chakra que está situado en la zona del entrecejo y abarca el cráneo, los ojos, y la silla turca del esfenoides donde se aloja la glándula hipófisis.

Su color es el índigo.

Es el centro integrador de la personalidad y se relaciona con la conciencia, la contemplación, la intuición, la síntesis, la percepción, la videncia. Es el asiento de la Mente Superior, el rector de las energías de todos los centros.

Entramos ya en los chakras más espirituales que abarcan conceptos más abstractos, por lo que la mejor manera de familiarizarnos con sus energías es bailándolos....

Una clase centrada en este centro es un recodido por todos los otros chakras, en el que el Observador Interno es el principal protagonista de la clase: no hay nada que hacer bien, nada que hacer mal, simplemente colocarte en "quien observa" lo que haces.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El Centro Laríngeo

El Centro Laríngeo (Vishudha) es el representante del intelecto y su color es el azul claro.

Abarca la zona del cuello y la cara, desde las clavículas y los omóplatos hasta las cejas y el occipital. Comprende las cervicales, la laringe, la faringe, la boca (lengua), ojos, nariz, la glándula tiroides y también la punta de los dedos. Así todos los sentidos pertenecen a este centro, es decir todas las puertas de entrada de los contenidos del intelecto.

Con el intelecto aprendemos, memorizamos, repetimos experiencias y analizamos. Estas funciones se realizan siguiendo las leyes de la lógica formal, de la razón. En nuestra sociedad la razón ha tenido un papel predominante, adquiriendo una dimensión que a veces ha “vencido” a la intuición o la creatividad. El aprendizaje ha tenido mucho de razonamiento, memorización y también buenas dosis de control e incluso de represión, lo que conlleva una retención de la circulación de la energía y de inhibición de los impulsos naturales con el fin de aprender conductas que convienen a la sociedad.

El cuello es el punto de unión entre la cabeza y el tronco, entre el cielo y la tierra, entre el espíritu y la materia. Es un lugar de paso y conexión o, si está bloqueado, de separación y represión. Si tenemos un laringeo muy desarrollado, la razón priva a la emoción y al sentimiento, de forma que la razón las controla. Un exceso de control nos lleva a un cuello rígido, con dolor cervical. Si no expresamos verbalmente nuestras emociones y sentimientos a menudo se nos queda un nudo en la garganta o nos quedamos afónicos.

En las clases buscamos aflojar ese exceso de control pero no moviendo el cuello directamente (pues a menudo resulta molesto o doloroso) sino a través del movimiento y relajación de las diferentes articulaciones del cuerpo, que son igualmente lugares de paso donde tiende a estancarse la energía. Abriendo las diferentes llaves de paso vamos permitiendo la libre circulación de la energía y el cuerpo entero se va abriendo, dejando las tensiones, soltando los pensamientos y finalmente relajándose.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Videos con Mensaje: Wear Sunscreen

"No desperdicies tu Juventud"

El vídeo se basa en una columna escrita por Mary Schmich en el Chicago Tribune en 1997 titulada "Advice, like youth, probably just wasted on the young"...que lindo mensaje para reflexionar...