Hoy hablaremos del centro de los afectos: el chackra del corazón. Su nombre en sánscrito es Anahatha, que significa "sin abatir, fresco, puro, sin aflicción". Se encuentra situado en la zona del corazón y su color es el verde y/o el rosa.
Físicamente, se corresponde con el corazón y los pulmones, las manos y los brazos; la columna dorsal alta (omóplatos, clavículas, esternón, costillas) y la glándula timo.
Si los tres primeros centros (bajo, lumbo-sacro y medio) estaban relacionados con el “yo”, a partir del cuarto chackra empezamos a desarrollar la conciencia y el sentido del “nosotros”. Así, en el centro del corazón se encuentran las energías “que bajan de arriba” y las que “suben de abajo”, con lo que este charkra se convierte ciertamente un punto medio, clave para que las energías más mundanas alcancen un carácter altruista y para que las energías más espirituales se materialicen en la tierra.
Desde el punto de vista emocional/mental, el centro cardíaco es el centro del amor, los anhelos y las esperanzas. Se relaciona así con la vida afectiva, es decir, con lo que sentimos por las personas que nos rodean. Este chakra rige, por lo tanto, nuestra vida relacional, la conexión con los demás a través del dar y recibir.
En una clase en la que trabajamos este centro, fijamos nuestra atención principalmente en el movimiento de la parte alta de la espalda (el torax), y el uso de los brazos y de las palmas de las manos, con una atención especialmente focalizada en la respiración.